La cifra de negocio de los talleres de mantenimiento y reparación de vehículos recuperó terreno en septiembre, aunque lo hizo a un ritmo mucho más moderado que la venta de vehículos de motor, que continúa siendo el gran impulsor del sector. Según los últimos datos de los Indicadores de Actividad del Sector Servicios publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y recopilados por la Federación de Asociaciones de Agentes Oficiales de Automoción (FAGENAUTO), el mantenimiento y reparación registró en septiembre una variación mensual del +21,3%, un rebote significativo tras la fuerte caída de agosto (–26,1%) y claramente por encima del comportamiento del índice general del sector servicios (+12%).
A pesar del repunte mensual, el avance interanual de los talleres se situó en septiembre en un +5,4%, una mejora respecto al +1,4% de agosto, pero todavía muy lejos del dinamismo que muestran actividades vinculadas a la venta y reparación en su conjunto (+13,6%) y, sobre todo, de la propia venta de vehículos.
En contraste, la actividad de venta de vehículos de motor volvió a mostrar una fortaleza notable. En septiembre, las ventas experimentaron un incremento mensual del +37,3%, el mayor del año y muy superior tanto al avance de los talleres como al del índice general. Esta evolución también se refleja en el plano interanual, donde la venta de vehículos creció un +16,2%, prolongando una tendencia claramente alcista que comenzó en primavera y se ha mantenido durante todo el verano.
Mientras los talleres acumulan en lo que va de año un crecimiento medio del +3% la venta de vehículos alcanza ya un +8,6%, casi triplicando el avance del mantenimiento y reparación y destacando como la actividad con mejor desempeño dentro del ámbito del motor.
Los datos del INE confirman así que, aunque la reparación y el mantenimiento vuelven a terreno positivo y muestran cierta recuperación respecto a los meses anteriores, la distancia respecto a la venta de vehículos sigue ampliándose. Mientras esta última avanza con fuerza, apoyada en la normalización del mercado y en el repunte de la demanda, los talleres continúan condicionados por la estacionalidad del verano, el aumento de los costes operativos y un gasto más prudente por parte de los hogares.